LA RECTA FINAL

Llego la hora ir a la última ecografía  ya estaba de 7 meses y medio, todo iba bien, así que me dieron cita para los monitores donde te miran la frecuencia cardiaca del bebe y el ritmo de las contracciones. Me dieron cita para la semana siguiente. Yo me encontraba bien pero cada vez me cansaba con más facilidad. En monitores todo iba bien así que otra vez me dieron cita para dentro de dos semanas. En ese tiempo uno de los días por la tarde empecé a tener contracciones  y al ir al baño me di cuenta que había echado algo raro al hacer pis, así que decimos buscar información en internet porque no sabíamos si ir al hospital o no, en internet decía que ere el tapón mucoso y que en cualquier momento podía ponerme de parto, nos asustamos mucho y nos fuimos corriendo al hospital donde dijeron que era el tapón mucoso pero que no estaba de parto que todo iba bien y que fuera a los monitores cuando tuviese cita. En casa ya lo teníamos todo preparado para la llegada de Carlos, estábamos muy ilusionados y muy pero que muy asustados. Llego la hora de ir a monitores otra vez, esta vez me acompañaron mis padres pero se quedaron fuera porque no dejan entrar a nadie. Estaba todo bien así que de nuevo para casa. Al día siguiente me levante con mucha energía, hice la compra, ande muchísimo, hice la comida y limpie toda la casa a fondo. Sobre las 7 de la tarde empecé a encontrarme fatal, estaba muy cansada  me pegaban pinchazos en los riñones y se me ponía la barriga dura como una piedra. Silvano insistía en ir al hospital pero yo cabezona no quería ir, pensé que era de cansancio porque el día anterior había ido a los monitores y todo estaba bien, así que me espanzurre en el sofá y solo me levante par ducharme e ir a la cama. Me acosté a dormir pero me dolía mucho y no podía, me estaba poniendo de mala leche de ver a Silvano lo agustito que estaba durmiendo y yo no podía. A las siete de la mañana ya no podía mas, me dolía y no sabia por que así que desperté a Silvano y me dijo que me vistiera que nos íbamos al hospital pero yo que estaba muy asustada le dije se esperara que me fuera a fumar un cigarro y luego íbamos. No me hacia a la idea de que cabía la posibilidad de que estuviera de parto, así que pensando que era una falsa alarma dejamos el bolso con las cosas del bebe en casa.